LA CONCILIACIÓN
La conciliación extrajudicial es un mecanismo alternativo de solución de conflictos que permite a las personas solucionar sus problemas de forma pacífica y sin necesidad de acudir a un juicio.
Este mecanismo se basa en la colaboración de un tercero neutral, llamado conciliador, que ayuda a las partes a comunicarse y llegar a un acuerdo que sea beneficioso para ambas.
La conciliación extrajudicial es una opción rápida, económica y eficaz para resolver conflictos familiares y civiles.
Entre sus ventajas, se encuentran:
Es una alternativa rápida y económica a los procesos judiciales.
- Permite que las partes lleguen a un acuerdo que sea beneficioso para ambas.
- Es un proceso confidencial, por lo que lo que se diga en la reunión de conciliación no puede ser usado en un proceso judicial.
EL ACTA DE CONCILIACIÓN
Al concluir el procedimiento de Conciliación Extrajudicial, se redactará un acta, independientemente de si se llega o no a un acuerdo. En caso de que se alcance un acuerdo, este poseerá la misma validez que una sentencia judicial. Si alguna de las partes no cumple con lo acordado, la parte afectada puede recurrir al Poder Judicial para exigir su ejecución, simplificando así el proceso y focalizando la intervención judicial únicamente en el cumplimiento de lo pactado.
LOS CONCILIADORES
El conciliador es la persona con la capacitación, acreditación y autorización otorgada por el Ministerio de Justicia para desempeñar la función conciliadora. Entre sus responsabilidades se incluye la facilitación de la comunicación entre las partes, la conducción del procedimiento conciliatorio con independencia de acción, y la presentación de propuestas conciliatorias no vinculantes.
Nuestro equipo de Conciliadores poseen la capacitación adecuada, certificación y autorización correspondiente.